Un día en el "hospital"



Hay que ir al hospital. Aitor se descompone. Toda la noche en la taza del bater, ya no le quedan fuerzas. Pedimos un taxi urgente y una vez en camino ... el taxista atropella a un viejo ¡! Aitor lo estaba viendo, pero sólo pudo decirle; “cuidaaado, cuidaaado” en castellano y sin volumen. Intentamos llevar a la víctima al hospital, pero el anciano algo cabreado, se levantó y siguió andando como si nada. Yo creo que prefería la muerte antes de que le llevaran al “hospital” a donde nos dirigíamos.

Ya casi sin ningún resquicio de fuerza, y previo pago de 1800 Rps. Aitor es ingresado a las 10h en el Mateshwari General Hospital de Risikesh,

Con el dinero en su bolsillo, al supuesto doctor no se le volvió a ver el pelo aquél día. Y claro todo el día preguntando a las enfermeras sin obtener respuesta...



- ¿qué me pasa?, ¿qué me estás pichando?, ¿para qué es esta pastilla?...
- cuando venga el doctor se lo preguntas
- ¿Y cuando viene el doctor?
- en 5 minutos.
Pasada media hora...- ¿cuando viene el doctor?
- en 10 – 5 minutos.
Nada, que no aparece.

A la 1 se llevaron el aire acondicionado. De 2 a 5 el tiempo se paró. Cada vez hacía más fuego en aquél infierno. Miraba abajo de mi cama a ver si habían puesto un brasero...A las 5 trajeron el aire acondicionado, supuestamente arreglado, pero de nada servía, solamente hacía un ruido espantoso, y Ágata advirtió de que no tenía agua, vamos que no se quemó el motor de milagro.

Los compañeros de habitación eran una pareja de eslovenos, que decían y repetían que cuando estuviera mejor me largara de allí. Llevaban 2 días y estaban que trinaban.Bueno pero no lo veo tan mal... y ya que he empezado el tratamiento... además seguramente en España haya sitios peores... a parte de las humedades, el escorpión del baño, y todos los bichos que entraron aquella noche a la habitación (arañas, polillas, mosquitos, ranas, avispas, salamandras...)

Poco a poco vamos descubriendo que nada de lo pagado está incluido. Nos dicen que las medicinas van a parte, que la cena hay que ir a comprarla fuera... ¡menos mal que estaba ágata que sino me veo con la aguja en la vena deambulando por las calles como un zombi en busca de sangre fresca!

Tras las reiteradas protestas traen para cenar UN THALI!! super-picante. y “por orden del doctor” (pero no decían que estaba en una emergencia?) Gracias a la visita de nuestros compañeros de viaje Cris y Javi (enfermera y veterinario) –y no al doctor- nos hicimos una idea de qué iba el tratamiento, eran antibióticos y demás medicamentos para matar todo lo que pudiera haber en el cuerpo, desde microbios hasta amebas y para superar la fiebre y los dolores.

Pasada la noche, nos trajeron medio te a cada uno, y conseguimos ver al doctor. Aitor ya estaba mejor, le dijimos que nos íbamos, que si podía darnos una receta para seguir con pastillas, que detallara todo en un recibo y lo cogía y me iba. Pero volvió a desaparecer sin avisar. Con la vía abierta y las venas del cuello hinchadas montamos un pollo para conseguir un papel que justificara nuestra estancia en el hospital, el tratamiento que me habían puesto y los detalles de lo pagado. Una vez conseguido y agotados abandonamos el “hospital”. Ahora habrá que pegarse con los del seguro. Pero eso será otra patética crónica.






NOTA: Yo tampoco soy inmune. Estas fotos de mi pasada por el hospital público de Jari...


3 comentarios:

Anónimo dijo...

uffff.aimaaa menuda aventura..

Anónimo dijo...

Madre mia chicos, menudo dia de perros! acongojada estaba leyendo la crónica.

Anónimo dijo...

ay mis chicos!!!!!!!!
Mi niña! Inmunes a tod a la vuelta! eso si!

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