Vuelta a India (en más de 80 horas)


Nunca me gustaron las naciones, las fronteras, (ni las aduanas ni las embajadas...) Cada vez que cruzo por alguna me pongo muy nervioso. En Marruecos vi cómo en mi cara un policía asqueroso pegaba una ostia brutal a un chaval que quería colarse en España y eso se me ha quedado grabado.

Entre Carlos y Javi, y algunos otros colaboradores ocasionales formamos un Komando Organizado de Habla Hispana, a cuya cabeza decidimos colocar a Ágata ya que desde el primer momento mostró diestras dotes en la Lucha.
Misión: conseguir visa por las buenas o por las malas en el mínimo tiempo posible.
Tácticas a emplear: Apoyo mutuo para aguantar bien las tensiones, Organización de avanzadillas para presionar, Alborotadores, Grupos de vigilantes de Amis, jipis y demás personas de apariencia angelical pero águilas rapaces queriendo a toda costa pasar antes que nosotros)... En estas circunstancias todos podíamos llegar a ser enemigos.
También se intentó adelantar trámites en los despachos, y más de uno hubiera llegado hasta a las manos... y con qué gusto ¿verdad Carlos?Con la paciencia desbordada, al ver que sin motivo alguno dilatan hasta el mero trámite de entregar el pasaporte visado, conseguimos nuestra misión, viendo que en realidad estábamos “retenidos” en Nepal por unos malditos papeles en manos de unos funcionarios babosos - más de 15 días perdidos, y 3 días enteros en la embajada India.
Soy consciente de que al nacer donde nací puedo moverme “libremente” por muchos de los países del mundo, los perezosos, desorganizados, antipáticos, patéticos y (si perdiera los modales), hijos de putaaaA funcionarios de la embajada que juegan hasta el extremo con los viajeros y turistas que pasan por sus manos se merecen mi más rotundo reproche, ya que su “trabajo” consiste en obedecer al de arriba y colaborar a perpetuar un sistema injusto. Para ir de un lugar a otro NADIE debería necesitar PAPELES.

Estuvimos a 10 minutos de perder el bus que teníamos contratado a la frontera India.


Katmandú-Gorakpur

El trayecto de Katmandú (capital de Nepal) a Sinauli (la frontera con India más transitada) es de lo peor que se puede encontrar uno. La supuesta "Highway" es un continuo tragar polvo, a ratos sin asfaltar, con unos baches enormes, un tráfico que imposibilita avanzar, llena de curvas... escasos puentes.


¡Ya estamos en India!

Como una vajilla entera cuando cae al suelo, el sonido de cada una de las piezas que formaban el bus saltando un par de centímetros para inmediatamente volver a colocarse cada una en su respectivo sitio, a cada mínimo bache nos introducía poco a poco en India, suavemente, sin pasar de 30, en una carretera casi llana, sin precipicios en los bordes, y además, con la bocina del viejo bus estropeada.

Los pies de Aitor tras dos días de viaje.

Esta crónica está dedicada a todos los nómadas y migrantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una pelicula basada en hechos reales! totalmente descriptivo el relato! sois los mejores! Tanto que contarr! madre mia! Gracias chico, y ole por vosotros! Ele

Publicar un comentario