Buscando el Everest


Teníamos que esperar una semana en Katmandú para recoger la visa India, pero la ciudad había absorvido nuestras energías y no nos gustó mucho la idea de que por los trekings más turísticos hubiera que pagar. En Nepal el turismo mueve mucho dinero, pero parece que se esfuma. Nada está bien organizado. Hay algunas mafias que monopolizan ciertos sectores como los jeeps en los Anapurnas. El dinero está muy mal repartido, el contacto con la gente local se vuelve interesado y materialista...


Así pues nos dirigimos a Nagarkot, desde donde supuestamente se podría ver el Everest para perdernos por las montañas. El primer día se nos fue de las manos ¡9 horas andando! hasta llegar a Chisapani, una aldea muy tranquila, y al día siguiente pernoctamos en un monasterio budista de mujeres, tras ser recibidos y admitidos por la Lama del convento.















El Everest no lo vimos pero tuvimos mucha suerte y vimos la Cordillera de Langtang, en el amanecer de un día (10 de abril) excepcional, con luna llena incluida.







1 comentario:

Anónimo dijo...

felicidades aitor!! gran regalo para empezar el dia de tu cumple..

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