Amma

Según cuentan, cuando era niña, su padre la abandonó porque pensaba que estaba loca. No paraba de abrazar a cuantos veía; hombres, mujeres, niños, niñas, y hasta perros y gatos. Abandonada en la naturaleza, las vacas se arrodillaban para que mamara su leche, las águilas pescaban para ella... (me pregunto si se comía el pescado crudo). Al ver esto fue acogida de nuevo en su familia y la dejaron en el establo para que diera abrazos a todo el que acudiera.

Con este oficio, ha montado un verdadero emporio. Lo que era su casa, ahora está rodeado de altos edificios de más de 16 plantas, en medio de la nada. Ha montado escuelas, universidades, bancos, templos, y no sólo en el estado de Kerala, sino al rededor del mundo. Según cuentan los devotos, no es una persona, porque no tiene ego, sino una reencarnación de algún santo muy importante. La entrada a la ciudad de Ama es impactante. Cientos y cientos de personas, vestidos de blanco.



Si no fuera por las meditaciones multitudinarias que lanzan al espacio ondas del bien, cuenta algún alienado que por allí vive que el mundo estaría sumido en el caos.
Un abrazo de ama, y unas palabras en castellano, nos dieron la bienvenida. Aunque el estricto régimen de horarios para los trabajos “voluntarios”, las meditaciones, el yoga, el "papeo" comunal y tanto blanco no se conciliaba con nuestros planes, por lo que partimos al día siguiente.Aun así, su obra no deja de ser una gran hazaña, por ejemplo miles de niñxs pobres pueden completar sus estudios superiores, (eso sí, cada uno tiene la obligación moral de proporcionar estudio a otros dos más), y las víctimas del sunami han visto minimizadas sus pérdidas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy amma Agata ;)

Soy H

Anónimo dijo...

por no utilizar la misma palabra "envidia" de siempre.

Pelusa:definición
Envidia propia de los niños:
tiene pelusa de su hermano pequeño.

pues eso pareja..que "pelusa" sana me roza por todo el cuerpo
enjoy it y abrazos

Anónimo dijo...

Volviendo a casa por Argumosa... El sol en Madrid empieza a calentar el horrible invierno que hemos tenido. Parece que la primavera quiere llegar y alguna que otra terraza ha salido a recibirla. Pasé por el bar ese tan cutre y blanco, La Revuelta se llama?y me acordé de vos. Un besín. Andrea*

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