Cuando se me agotan las fuerzas y pierdo la paciencia me pregunto...
¿pero qué cojones hago aquí?
Hace mucho calor y estoy encerrado en un autobús de mala muerte que juega a la ruleta rusa. Me bajo y estoy rodeado de indios que me acosan, me piden dinero, comida, me quieren manejar, eruptan, escupen y escupen, se tiran pedos, y yo les insulto en castellano porque me caen fatal. Intento estar atento a ver si voy a volver a meter el pie en un agujero pero me tiran agua desde el segundo.
Estoy respirando polvo, humo de coches, motos y plástico quemado, y mis mocos son negros.
No paro de comer verdura picante, me alimento a base de thalis. Siempre arroz, pan, lentejas y guisantes con chili.
Tengo que estar esquivando mierdas, estoy rodeado de basura, montañas de plástico.
Cago en agujeros haciendo fuerza en cuclillas y encima no hay papel así que tengo que limpiarme el culo con la mano. Y encima ando suelto.
La música de las bodas o de las televisiones en la calle no para de sonar, musica antigua, hortera, de culto. Campanas y tambores sin ritmo que perturban mis oídos, que están a punto de estallar. Los coches y las motos me pitan en la cara al pasar; parece que lo hacen aposta.
Miseria por todos lados, poco puedo hacer para detenerlo.
Entonces, cierro los ojos. Respiro lenta y profundamente y me intento dormir.
Espero que no me piquen los mosquitos o arañas, no me muerda un ratón en la mano como ayer, la almohada se apiade de mí y se vuelva más blandita, el colchón se hinche, no suene la sirena de emergencia para avisar que se abre una presa a las 5:30h, no me despierte el llanto de un niño ni nada de nada hasta que den al menos las 10, y pueda soñar que estoy contigo en ese mundo que tu y yo sabemos que existe y que puede ser real, para coger fuerzas para mañana aceptar lo que perciben mis sentidos y me pueda más lo positivo.
¿pero qué cojones hago aquí?
Hace mucho calor y estoy encerrado en un autobús de mala muerte que juega a la ruleta rusa. Me bajo y estoy rodeado de indios que me acosan, me piden dinero, comida, me quieren manejar, eruptan, escupen y escupen, se tiran pedos, y yo les insulto en castellano porque me caen fatal. Intento estar atento a ver si voy a volver a meter el pie en un agujero pero me tiran agua desde el segundo.
Estoy respirando polvo, humo de coches, motos y plástico quemado, y mis mocos son negros.
No paro de comer verdura picante, me alimento a base de thalis. Siempre arroz, pan, lentejas y guisantes con chili.
Tengo que estar esquivando mierdas, estoy rodeado de basura, montañas de plástico.
Cago en agujeros haciendo fuerza en cuclillas y encima no hay papel así que tengo que limpiarme el culo con la mano. Y encima ando suelto.
La música de las bodas o de las televisiones en la calle no para de sonar, musica antigua, hortera, de culto. Campanas y tambores sin ritmo que perturban mis oídos, que están a punto de estallar. Los coches y las motos me pitan en la cara al pasar; parece que lo hacen aposta.
Miseria por todos lados, poco puedo hacer para detenerlo.
Entonces, cierro los ojos. Respiro lenta y profundamente y me intento dormir.
Espero que no me piquen los mosquitos o arañas, no me muerda un ratón en la mano como ayer, la almohada se apiade de mí y se vuelva más blandita, el colchón se hinche, no suene la sirena de emergencia para avisar que se abre una presa a las 5:30h, no me despierte el llanto de un niño ni nada de nada hasta que den al menos las 10, y pueda soñar que estoy contigo en ese mundo que tu y yo sabemos que existe y que puede ser real, para coger fuerzas para mañana aceptar lo que perciben mis sentidos y me pueda más lo positivo.
4 comentarios:
nadie dijo q esto sería fácil... tus palabras se hacen duras como losas q presionan el pecho... es jodido aprender sufriendo...pero más jodido es vivir sufriendo...
ánimo
y aire fresco
recordad la asamblea de majaras:
mañana hará el tiempo que a mi me de la gana
... y venced!!!
de anónimo...
oche lo de mi camello es es secundario jejej
A veces la química de nuestros complejos cerebros nos juega malas pasadas. Y de esas situaciones salen también brillantes crónicas como ésta.
Así que algo muy bueno habréis sacado de ese estado de ánimo del que probablemente ya os estéis riendo.
Un abrazo y feliz año nuevo.
Javier.
¿Quién no ha tenido días negros en viajes largos??? Reflejas exactamente lo harto que puede llegar a estar uno con cansancio continuo, la mayoría de los casos es sólo por eso...y tal y como describes el colchón y la almohadita...
felices reyes!
venga hombre a quien quieres engañar, pero si estas en tu salsa, eso es lo que estabas deseando, solo te falta amaestrar una rata
jajajaja, bueno un mal dia lo tiene cualquiera y piensa que solo estas de paso y no vives ahi.
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